4 de enero de 2013


Para su primera incursión en la industria de Hollywood, Pascal Laugier ha preferido suavizar lo extremo de su anterior título, “Martyrs” para ofrecer una obra, en apariencia más convencional, pero igualmente provocadora. Perturbador realizador de la polémica película que dejaba a su protagonista en el umbral físico de la muerte, revisor del terror gótico en “El Internado”, el director francés ha abordado desde su género natural una historia que desemboca en un drama social con moralina partiendo de algunas de sus premisas predilectas como la desaparición infantil o el sacrificio femenino como eje principal de la trama.

El hombre de las sombras” (“The Tall Man”) narra la historia de Cold Rock, un desolado pueblo norteamericano caído en la miseria en el cual vienen sucediéndose una serie de desapariciones de niños que han instalado al pueblo en la tristeza y el desasosiego, siendo el principal señalado de estas perdidas una extraña figura conocida como “el hombre alto”.

Publicitada como el thriller de terror que no es, “El hombre de las sombras” juega al despiste con su trama principal, una suerte de “Intruders” (Juan Carlos Fresnadillo) que lejos de ofrecer un terrorífico relato sobre el hombre del saco, aborda su narración desde el punto de vista opuesto a lo sobrenatural, decantándose por el drama moral y la conducta comunitaria ecuánime. En su primera mitad, de género y embaucadora, Laugier avanza por delante de los acontecimientos predecibles realizando numerosas piruetas de guión hasta convertir lo que en apariencia es un un thriller de suspense al uso en algo totalmente inesperado. En la confusión, Laugier logra algún momento intenso, como el malsano desconcierto de la secuencia que tiene lugar en el bar del pueblo o la persecución entre su protagonista Jessica Biel (también productora de la cinta) y el “hombre alto” que demuestran el pulso del francés para los ambientes tenebrosos. Sin embargo, lo más desafortunado no está en el abrupto cambio de género y si en la lectura de su idea motora, la posibilidad de arrebatar a un niño de los brazos de sus padres solo por su condición social desfavorable. Ahí, “El hombre de las sombras” se convierte en una película cuya idea suena más aterradora y escalofriante que lo que su premisa sobrenatural pudiera augurar.
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Written by Roberto García

Escrito con mucho esmero e ilusión desde Albacete. Comenta si te apetece y si no, escucha nuestro programa de radio, que también tiene su aquel.

1 comentarios

  1. muy de acuerdo en lo de "publicitada como el thriller de terror que no es", es una peliculica con moraleja y parece que están anunciando la versión japonesa de "the ring"